Que inventen ellos

Ilustrativo y conmovedor el ejercicio de sinceridad del lehendakari Sanz en la apertura de curso de la UPNA/NUP (universidad de Navarra por antonomasia, pero no de UPN, siempre propensa a subvencionar altares). Los países más avanzados de Europa van a salir de la crisis antes y con un menor coste social, entre otras razones, porque invierten mucho más en educación e investigación. En Navarra, este año, mientras se incrementó el presupuesto de obras públicas más de un 20%, el de la Universidad Pública se redujo más de un 15%. No contento con eso, el lehendakari ya advirtió el viernes de que hay que seguir apretándose el cinturón y buscar financiación externa. Eso sí, sin dejar de lado la actividad investigadora que, como todo el mundo sabe, es gratis. Vamos, que la Universidad Pública no es cosa suya. También dijo, por si había dudas sobre los estudios de medicina, que lejos de aumentar tiulaciones, tampoco pasa nada si se reducen. Mientras la crisis se usa como excusa para someter a la Universidad (y servicios sociales básicos) a una cura de adelgazamiento, los accionistas del cortijo siguen recibiendo los beneficios de sus canonjías, prebendas y toda suerte de chiringuitos, con inopinada munificencia.

Tengo entendido, aunque no puedo confirmarlo, que el Conde de Rodezno (no el título nobiliario tan fundamental en nuestra historia como para merecer un espacio relevante de Pamplona, sino el titular menos conocido del título) ya rechazó en su día el regalo de una universidad pública para Navarra. A la derecha ultramontana que padecemos siempre le ha dado miedo que el pueblo se ilustre. Y se ve que seguimos en las mismas (en las miasmas). Eso sí, no se les cae de la boca el lugar que ocupa Navarra por nivel de PIB. ¿Y por nivel de desarrollo? Porque no es lo mismo...