domingo, 27 de abril de 2008

Toro potita


Con fervor inquebrantable me adhiero a la propuesta de Once upon a time in Obanos de cartel para los sanfermines de 2009. Respetando los derechos de autor, of course, que enseguida sale el Ramoncín que todos llevamos dentro (igual no debería haber escrito esto, en mi agenda de infracciones penales a terceros no queda hueco para más sacamantecas). Poco ducho en las cosas de Internés ignoro el procedimiento, pero no estaría mal abrir alguna vía para recoger las adhesiones y aclamaciones que la obra merece y con el entusiasmo debido... Se admiten sugerencias.

sábado, 19 de abril de 2008

Las malas hierbas

Éste es el aspecto que presentan los maceteros encaramados a las farolas de la plaza del Castillo. A rebosar de malas hierbas. Lo de estos maceteros es llamativo. Supongo que a causa de esa alergia de la administración bar-cínica a todo lo que sea acercarse al pueblo-plebe-chusma están colocados a una altura considerable que hace que sólo se vea un feo y vulgar culo de plástico (eso sí, verde Pamplona) del que, en las mejores épocas, asoman hojitas de colores. Pero ya ni eso. Sea porque Barcina pretende la vuelta de la ciudad a la Naturaleza; sea porque con la de El Corte Inglés ya no necesitamos otra primavera; sea, en fin, por algún tipo de oscura —e inexplicable— afinidad, el caso es que en los susodichos maceteros los hierbajos campan a sus anchas. Aunque lo que de verdad me intriga es lo del vaso. ¿Algún sistema de avituallamiento para los jardineros municipales? ¿Un guiño de la munificente Yolanda a los gentiles pajarillos que pueblan nuestros cielos, pretendiendo quizá remedar al marinero del romance (las aves que van volando / al mástil vienen posar)? ¿Algún ensayo de ecosistema barciniano: malas hierbas, agüita amarilla...? Ya estamos habituados a los despropósitos decorativos de Barcina, pero un poco de mantenimiento, leche...

martes, 15 de abril de 2008

Patxi Lapurtua / Francisco Mangado

Entre las secciones de la revista El Jueves, una de las que más aprecio se llama «El gilipollas de la semana». Por supuesto, esto no tiene nada que ver con que vaya a hablar de Patxi Lapurtua, conocido en el siglo como Francisco Mangado (aunque escribirlo así destrozaría mi composición).

Al parecer, la rotulación bilingüe del Baluarte (habrá que escribir Valuarte para que no haya duda de la reciedumbre castellana de la palabra) «destrozaría la composición». Creo recordar que cuando, al excavar los cimientos de la susodicha «composición», se encontraron los restos de la muralla también se manifestó a favor de eliminarla para que no estropeara la tan mentada «composición». ¡Vaya con las «composiciones» de Lapurtua!

Debe de ser fácil confundir el humanismo y la cultura con las boutades o incluso con los procesos diarreicos neuronales. Habría que recordarle a este petimetre endiosado que la lengua —cualquiera de ellas— es la creación humana por excelencia, la que distingue al ser humano y le da capacidad para ser lo que es, incluso para ser lo que es el señor Lapurtua. El pensamiento o tiene forma lingüística o no es pensamiento. En la escala de las creaciones humanas, las «composiciones» del señor Lapurtua están muy por debajo de cualquier lengua. Así que si el euskera estropea su «composición», peor para la «composición». Que la quiten. Baluarte apurtu.