Hubo un tiempo en que la inminencia de los sanfermines era anunciada a la ciudad y al mundo (urbi et orbi) por dos signos singulares: el vallado del encierro (especialmente, para las gentes de la Rotxapea, en el recorrido del encierrillo) y la tómbola de Cáritas. Ésta solía iniciar su actividad allá por el 29 de junio (san Pedro y san Pablo) y cesaba con las mismas fiestas.
Ya no son así las cosas. Estamos a 18 de mayo y ya han comenzado los trabajos de instalación de la tómbola, lo cual significa la obstrucción, ocupación, escamoteo, usufructo, llámese como se quiera, de un tramo significativo de la vía pública durante más de dos meses. Propongo que la dejen ya fija todo el año. Al menos así igual hacen cierto, para quienes la padezcan, el título de la canción.
Habrá que pensar algo para el año que viene. Por ejemplo, y dado el significado latino de caritas, una tómbola verdaderamente caritativa. ¿Hay sugerencias sobre su contenido? Estoy seguro que nuestra alcaldesa, ese prodigio-político-que-nos-hemos-dado-entre-todos, siempre presta a autorizar cualquier actividad que ocupe espacios públicos, sea del signo que sea, acogerá nuestras peticiones con el debido cariño .
1 comentario:
Propongo un encuentro permanente de ciudades EXPOliables, lo digo por la cercanía a Zaragoza
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