Barcina ha lanzado su particular cruzada de conoce niño Navarra, en plan ñoño, burocrático y poco creíble, con una visión de gabinete, destilada entre canapé y canapé. Sólo parece conocer bien javieradas, yeguadas y bodegas. Sintomático.
Los únicos comentarios no banales van dirigidos contra la sensibilidad de una buena parte de Navarra. ¿Será esa su intención, gobernar a la contra? La abanderada del nacionalismo español más intransigente y del siniestro Conde de Rodezno, no pierde ocasión para asociar nacionalismo (vasco, of course, el suyo es de buena cepa) con terrorismo e intolerancia. Parece incapaz de entender que no tiene por qué caer bien a todo el mundo, o que quizá sea mal recibida en algunos sitios por su empeño en machacar e insultar la lengua materna de sus gentes, tratarlas como seres inferiores o delincuentes potenciales o llegar con el mismo espíritu que el Duque de Alba y sus tercios viejos.
En esa Navarra suya tan gris, plana y convencional, se ha olvidado de al menos 443 señales a las que arrimarse, detrás de las que bullen de vida otros tantos lugares en los que casi 47.000 personas, viven, laboran, pasan y sueñan (que diría Machado), ajenas a esnobismos, horteradas y demagogia barata. 47.000 personas que, quizá, entonen con Julietta la Chula Potra eso de
Dónde estás, dónde estás, Yolanda
qué pasó, qué pasó, Yolanda
te busqué, te busqué, Yolanda
y no estás, y no estás, Yolanda
Este es el mapa de la Navarra manifiestamente olvidada de Yolanda (del resto tampoco hay constancia de que se acuerde mucho, señales aparte); le hemos puesto los puntitos azules para que se sienta más cómoda:
Ver JC443 en un mapa más grande
1 comentario:
Según me dijeron el otro dia, en Areso, tras la típica foto entró al bar del pueblo y la echaron je je
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