sábado, 28 de agosto de 2010

Barcina y olé

Pamplona y otros siete ayuntamientos españoles, franceses y portugueses de la relevancia de Cuéllar, Val d'Uixó, Beas del Segura, San Sebastián de los Reyes, Saint Server, Santarem y Moita, han creado la Asociación Internacional de Municipios Organizadores de Festejos Taurinos Populares. La capacidad de Barcina para crispar y generar conflictos gratuitos es ilimitada, cualquier tema (y cualquier vestimenta) le viene bien si de lo que se trata es de encabronar al personal. Y no sólo encabronar. También insultar la inteligencia ciudadana.

Dice la nota de prensa del Ayuntamiento de Pamplona:

«El fin de esta asociación sin ánimo de lucro, que se recoge en sus estatutos, es la defensa, promoción y conservación de todos los festejos taurinos populares que forman parte de la historia, cultura y tradición existentes en cada territorio, comarca o lugar donde se celebren, siempre que su organización y desarrollo se efectúe con respeto a los animales que intervengan en los mismos».

Y digo yo: ¿Se puede torturar respetuosamente? ¿Habrá que reformar el reglamento taurino para que al comienzo de la faena el torero informe respetuosamente al toro de que va a ser torturado? ¿Habrá que obligar al picador a hablar con respeto al toro mientras se la está clavando con tesón? ¿Se prohibirá a los subalternos insultar o decir obscenidades y palabras gruesas a la res mientras le colocan las banderillas o le dan la puntilla? Conmovido me quedo ante tanta sensibilidad...

Y un nimio y ocioso detalle, a beneficio de inventario: la representante municipal en el ente es, como no podía ser de otra manera, la concejala delegada ¡¡¡de Cultura!!!

viernes, 27 de agosto de 2010

Tú haces el pardillo, ellos deciden

La Banca Cívica nos lleva de sorpresa en sorpresa. Ahora resulta que se dedica a regalar pelucos de varios miles de euros a miembros de sus órganos de dirección de nombramiento político, por cambiar de dependencia orgánica (del Consejo de Administración y la Comisión de Control a la Junta de Entidades Fundadoras) para seguir haciendo lo de siempre, es decir nada; o sí, chupar del bote. Hace falta cara dura.

Tres de ellos (curiosamente, los que esperan seguir en la brega política), en un alarde de sentido de la estética (no haré comentarios sobre su sentido de la ética), devuelven el peluco... dos meses después. Sospechosa tardanza, que quita todo valor al gesto. Se me ocurren dos preguntas:
  • ¿Los han devuelto sin usar?
  • ¿Es verdad que Roberto Jiménez se pilló un descomunal cabreo porque su reloj era peor que el de Barcina? (4.000 euracos el de ella, sólo 3.000 el de Robertico).

P.S. Después de publicada esta entrada, se ha sabido que Miranda y Sanz han donado un importe equivalente al valor de los relojes de marras a fines diversos. Estoy seguro de que, además, lo hicieron espontáneamente y nada más salir de la comida en que se perpetró el dislate....