domingo, 28 de febrero de 2010
Mejor con andamios
Hoy, en la habitual ronda dominguera en pos de Mariano (el Deseado, ya hubiera querido Fernando VII), he visto la fachada de la catedral de Pamplona y, qué queréis que os diga, me parece que gana mucho con andamios. Estoy pensando que quizá se podría hacer una petición a las autoridades competentes... bueno, parece mucho decir, dejémoslo en las autoridades a secas... bueno, a quien sea... Decía que se podría hacer una petición para que la dejen como está. Antes muerta que borbónica... y antes tapada que mostrando al mundo esa monstruosa fealdad. Ya que, en lo que hubiera sido un arrebato de buen sentido, no optaron por sustituirla (eso sí que hubiera sido una buena iniciativa del keynesianismo foral y no el circuito de Los Arcos o el Reyno de Nvarra Arena), al menos que la dejen tapada.
Igual una opción sería crear un grupo en feisbuk, algo así como Que dejen la fachada de la catedral tapada...
miércoles, 17 de febrero de 2010
Cosas de la modernidad
martes, 9 de febrero de 2010
Juan Pablo II, azote de Lezkairu
Barcina planea colocar una escultura de Karol Wojtyla en una rotonda de Lezkairu. Ya está armada, a cuenta de Juan Pablo II. Barcina (alias la Collares o la Señora), como siempre, provocando, generando bronca para quedar ella como la sensata y centrada. No le basta con que dos de las mayores avenidas de Pamplona estén dedicadas a papas, uno de ellos filonazi y apologista del franquismo (¿qué le habrá hecho Lezkairu a Barcina para que lo maltrate de esa manera?).
En realidad, a Barcina sólo le importa el papa, la religión, o lo que sea, si le permite medrar en su estilo peculiar, que combina, hay que admitir que con éxito, broncas (preferentemnte, aunque no exclusivamente) con los de fuera, y ordeno y mando con los de dentro (y con Esporrín). Le da igual faltar al respeto a tantas personas —católicas o no— a las que pueda parecer improcedente un gesto así (estoy seguro de que miles de católicos defienden y apoyan la libertad religiosa y no ven con buenos ojos la continua conculcación que se hace de la Constitución con el fin de preservar privilegios para la Iglesia católica).
Y anda que la excusa es de chiste: «en señal de la amistad que une» Pamplona y Torun, ciudad que ha regalado los moldes. Con amigos así, ¿para qué necesita uno enemigos?: quiero el divorcio. A eso nos lleva la dichosa candidatura a capital europea de la incultura.
Ítem más, la instalación la paga el obispado. Si al obispado le apetece poner una escultura de Wojtyla, que la pongan en el huerto del obispo (una buena excusa, la de ver el simulacro, para que el capellán castrense se lleve a alguien al ídem). Y a todo esto, ¿de dónde saca el obispado la pasta? ¿no será de la asignación tributaria? ¿o quizá de las plusvalías de la mayor apropiación inmobiliaria (indebida) que se recuerda?
Para completar el esperpento, puesta la trampa por Barcina, la primera en caer, pero para no quedarse descolgada de ese nacional-catolicismo rancio que destila el tardofranquismo barciniano, fue la concejala Sanz, que se apresuró a apoyarla por ser una respuesta «al clamor y al sentir popular de la inmensa mayoría de los pamploneses» Ahí es nada. ¿Qué entenderá esta mujer por inmensa mayoría? ¿Su cuadrilla de misa de los domingos?
Y que conste que tenéis lo que os merecéis ¿Que no queréis crucifijos? ¡Pues toma papa de tres metros! Y en el próximo Congreso Eucarístico se pasará lista...
Puestos a exhibir obras de arte, yo propongo que el Ayuntamiento adquiera y coloque esta otra:
En realidad, a Barcina sólo le importa el papa, la religión, o lo que sea, si le permite medrar en su estilo peculiar, que combina, hay que admitir que con éxito, broncas (preferentemnte, aunque no exclusivamente) con los de fuera, y ordeno y mando con los de dentro (y con Esporrín). Le da igual faltar al respeto a tantas personas —católicas o no— a las que pueda parecer improcedente un gesto así (estoy seguro de que miles de católicos defienden y apoyan la libertad religiosa y no ven con buenos ojos la continua conculcación que se hace de la Constitución con el fin de preservar privilegios para la Iglesia católica).
Y anda que la excusa es de chiste: «en señal de la amistad que une» Pamplona y Torun, ciudad que ha regalado los moldes. Con amigos así, ¿para qué necesita uno enemigos?: quiero el divorcio. A eso nos lleva la dichosa candidatura a capital europea de la incultura.
Ítem más, la instalación la paga el obispado. Si al obispado le apetece poner una escultura de Wojtyla, que la pongan en el huerto del obispo (una buena excusa, la de ver el simulacro, para que el capellán castrense se lleve a alguien al ídem). Y a todo esto, ¿de dónde saca el obispado la pasta? ¿no será de la asignación tributaria? ¿o quizá de las plusvalías de la mayor apropiación inmobiliaria (indebida) que se recuerda?
Para completar el esperpento, puesta la trampa por Barcina, la primera en caer, pero para no quedarse descolgada de ese nacional-catolicismo rancio que destila el tardofranquismo barciniano, fue la concejala Sanz, que se apresuró a apoyarla por ser una respuesta «al clamor y al sentir popular de la inmensa mayoría de los pamploneses» Ahí es nada. ¿Qué entenderá esta mujer por inmensa mayoría? ¿Su cuadrilla de misa de los domingos?
Y que conste que tenéis lo que os merecéis ¿Que no queréis crucifijos? ¡Pues toma papa de tres metros! Y en el próximo Congreso Eucarístico se pasará lista...
Puestos a exhibir obras de arte, yo propongo que el Ayuntamiento adquiera y coloque esta otra:
sábado, 6 de febrero de 2010
Los FAStos de Mangado/Lapurtua
Estos días se ha hablado mucho de la fundación de Francisco Mangado, alias Patxi Lapurtua, bien conocido por su afán destructor de cuanto pueda molestar sus artefactos y descalificador de cuanto pueda destrozar sus composiciones (ahí es nada), especialmente si de rotular en euskera se trata. Si atendemos a sus siglas (FAS), parece una versión capitidisminuida de la mucho más activa y pendenciera FAES de Aznar. El navarrismo oficial todo lo quiere hacer a lo grande (con dos cojones, oiga) y todo se le queda ruin. Un detalle: en la página web de FAS se explica que "la Fundación aspira a conseguir otras sinergias corporativas y apoyos institucionales para que este primer congreso constituya un hito que promueva los valores de la fundación". En román paladino se dice chupar del bote, esto es, derecho a montar el chiringuito en el cortijo foral. Para eso, con crisis o sin crisis, siempre hay dinero. Algo de camino andado ya tiene, puesto que las siglas cuentan con la F de foral. Ahora queda la N de Navarra: sería algo así como FANS (es una sugerencia constructiva).
La hipótesis de la versión mini de la fundación aznarita cobra fuerza a la vista de sus patronos o de los eventos previstos. Así, se anuncia uno (el tema importa poco, es más, suena a cachondeo, Arquitectura: más por menos). Pero su director es Feliciano Fidalgo (ferviente partidario de la continuidad de UPN en el Gobierno de Navarra) y una de las participantes, Isabel Tocino (ex-ministra de Medio Ambiente... el otro medio se lo cargó con sus ingentes aportaciones de CFC a la atmósfera).
Pero hay otra cosa más que une a estos dos personajes. Ambos son entusiastas partidarios de la energía nuclear y Tocino es, además, experta en cuestiones jurídicas relacionadas con aquélla. Eso es intranquilizador. ¿No será que Mangado/Lapurtua nos quiere colar una central nuclear en la plaza del Baluarte? Aunque, si fuera así, no sería la estética lo que más se resentiría...
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